Autor: Eduardo Mosches / Poemas

(Fragmentos del poemario Los tiempos mezquinos, 1992)

XIII

Las almohadas envueltas en tomillo
se acurrucan asustadas detrás de las orejas
miran desoladas nucas
compañías de toda esta vida
se inflan con el dormir
que invade anocheceres
cortados por la sandía de la luna.
Las semillas negras
explotan en los cuerpos
la carne dulzona almibarada
se retuerce en estos sueños
que ansían dejar de ser pesadillas.
Los niños atados a su pulgar húmedo
sin refugio
ahogados braceando
en esta realidad sin fantasía
fatigados
respiran el olor de la guerra
el odio expande su humareda
incienso de años
se observa desde la distancia
de sus propios precipicios.

¿No traerán los nuevos sarmientos
esperanza en el vino?



Memoria de los trenes ( fragmento)

Una locomotora maniobraba
casi rozaba los cuerpos de los soldados
pitaba con violencia sobre los rostros
semidormidos en ese amanecer
entre tinieblas embarcaban esos cuerpos cansados
extraídos del sueño angustiado
para encaminarlos hacia otras líneas
los cascos apretaban las sienes
algunas estrellas todavía estaban colgadas de los hilos
pasaban filas de vagones una calle interminable rodante como casas
trozos de trenes trenes enteros
grandes columnas horizontales
se separaban unían se reemplazaban
en el martilleo regular de las ruedas sobre las vías
silbidos estridentes ruidos metálicos cadenas y chasquidos.

La garganta enfebrece con un anisado trago de pastis
ojos abiertos entre algún cigarrillo fumado con pasión
mientras el pulmón buscaba encontrar tranquilidad
en las pulsiones del corazón.
Vasto murmullo de voces y de ruidos de estos soldados
como un oleaje de mar que pierde la calma
ante el viento intenso de alguna próxima tormenta
hombres de ojos abiertos azules o negros
angustiados antes de encaminarse al fuego de la guerra.
Inundación intensa espesa de cuerpos arremolinándose
entre las brumas de las voces
se dibujan algunas filas por un rayo de luz fosforescente
se abren las compuertas estridencia que hiere los dientes del cerebro
ascienden con torpeza los caballos
jadeo de lucha y pateos furibundos de los cascos
de una bestia
enjaulada entre paredes de un furgón.

El tren abre su marcha mientras los ojos de los hombres
observan como se aleja la ciudad y la calidez de las camas y sábanas
un trago de vino ha guardado memoria de sol en las gargantas
Hay mucho silencio
el viento llega discreto y fresco
como para recordar lo que podría ser la vida.



LAS PALABRAS


XIII

Se estremece dentro el corazón
me asaltan pavores de muerte
miedo y temblor me invaden
un escalofrió atenaza
ciertamente
ellos encontraron a sus padres
extraviados.
Hasta el pajarillo ha encontrado casa.
Desdichado y agónico
estoy desde mi infancia
he soportado tus terrores
y ya no puedo más
me envuelven como el agua
todo el día.




Eduardo Mosches
Poeta y editor de origen argentino, aunque vive en México desde hace 33 años. Es director de la revista literaria Blanco Móvil, autor de Los tiempos mezquinos, Como el mar que nos habita y Molinos de fuego, entre otros. Hoy coordina el área de publicaciones de la Universidad Autónoma de la Ciudad de México.