Autor: Clay González / Poemas

Fantasmas


En Juárez, las mujeres caminan desnudas por la calle
Como prisioneras del miedo y la vergüenza
Cohabitando con el silencio, sorteando los días,
Buscando mañanas, viviendo de quimeras
Estremeciéndose con los aullidos de gargantas muertas
Gritos que solo escuchan las mujeres de la frontera
Porque a los hombres, el alma se les ha vuelto estrecha.
Las madres que no saben de silencio esperan respuestas,
Palabras inertes que no dejan nada, ni siquiera esperanza
Por estos lares, la conciencia solo la tienen ellas
Se hacen marchas, protestas y se pintan cruces rosadas;
Por eso, aquellas que ya no vemos por las calles no se han ido,
Advierten a las que vuelven a casa que aún se escuchan aullidos
Y que el lobo más dispuesto que nunca puede clavar su colmillo
Por eso las mujeres asesinadas no se han ido, gritan su martirio
Llevan en su eternidad el castigo de haber estado en una frontera
Donde el ser mujer es una desgracia que se castiga con el olvido
Que te impone una mancha, que te deja el alma en un hilo
Por eso las muertas de Juárez no se han ido
Porque siguen desapareciendo muchachas.



Más muertas


Es como si los destinos se juntaran para cumplir una fantasía perniciosa
Ella buscando el amor de su vida y el de cortejarla, decirle que es bella
Y después matarla.

Serán ellas, las que fulguraran en permanente silencio en el algodonal
Bajo la promesa de encontrar al responsable de esta vergüenza social. ¡Bah!.

Algunas mueren estranguladas en medio de una maldita promesa de amor
Atormentadas, asfixiadas por la venenosa hiedra del olvido y la corrupción.

Son más muertas que voces, más voces que asesinos, más asesinos que respuestas
¿Y los hombres? mas silencio, mas cómplices y cada día más muertas.



Sequía permanente


Amanecemos con buenos días y dormimos con noticias del mal
Sincretismo eterno entre perversidad y humanidad.
Mujeres que mueren gritando, pero insonoras por comodidad
Se nos olvida que sus ecos nunca dejaran de retumbar

Juventud mancillada con demencia, pasos que nunca llegaron
Ojos que no regresaron, manos volátiles que se fueron al trabajo.
Aún muertas lloran en la arena, cada lagrima un gránulo que condena
Y el desierto creciendo…todas ellas en eterna pena.

En este yermo no llueve hace tiempo ¿sequía o familias sin consuelo?
¿Impunidad o solo mal tiempo? ¿Aridez en el alma o solo mala suerte?
¿Sobrecalentamiento global o ciudadanos displicentes?,
¿Estío permanente o justicia herida de muerte?



¿Muertas o asesinadas?


En esta ciudad no solo murieron mujeres
Con ella se fueron la valentía y la vergüenza
Más de dos millones y no vimos nada
Una ciudad perdida, una sociedad indigna,
No solo por las sacrificadas
Sino porque aun caminamos como si nada
Y vestimos alegres ignorando que las calles
Son bordeadas por huesos, ropa enterrada y huérfanos
En esta ciudad no solo se respira violencia,
También pobreza, indulgencia e ignorancia
En el aire flotan la mezquindad y la verdad ¿Cuál prefieres?
En el aire las mujeres muertas, ¿Muertas? Asesinadas…asesinadas.



Silencio


La ciudad es un murmullo
Todo parece lento

Se nos opaca el reflejo
Desaparecen las sonrisas

No hay chimeneas encendidas
Ninguna cena servida.

Y es que hubo pasos que no volvieron
Huesos abandonados en el desierto

El luto nos abraza con su aliento
Muchos lloramos su recuerdo.



Ni una más (a dos voces)


Saliste más bella que nunca
Llevabas ilusiones
Ahora todos saben de tu ausencia
Caminabas sola
Tormentas de arena y silencio
Siento tu miedo
Hoy las flores se marchitan
Faltan sonrisas
El invierno llega otra vez sin ti
Demasiado hielo
No volverá tu olor de azucena
Adiós…
Platico con tu ropa y tu retrato
Madres sin paz
Esperare noticias tuyas
¡NI UNA MÁS!
Tengo los brazos abiertos
TE EXTRAÑO
¡NI UNA MÁS¡
¡NI UNA MÁS!.




Clay González
Nació en Ciudad Juárez Chihuahua, es profesor de educación física en nivel primaria y educación especial, locutor, catedrático de la Universidad y en algún tiempo payaso de fiestas infantiles, cuya máxima gracia era hacer chistes para niños y no para los papás de los niños.